El 6 de marzo de 2025, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva estableciendo la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) y el Acopio de Activos Digitales de EE. UU. Esta iniciativa marca la primera integración formal de Bitcoin en las reservas financieras nacionales de los Estados Unidos. La SBR está diseñada para consolidar los activos de Bitcoin incautados a través de procedimientos de decomiso de activos criminales y civiles, posicionándolos como tenencias estratégicas a largo plazo.
La orden ejecutiva estipula que los activos de Bitcoin depositados en el SBR no deben ser vendidos y deben ser mantenidos como activos de reserva de los Estados Unidos. Además, los Secretarios del Tesoro y de Comercio están autorizados a desarrollar estrategias para adquirir más Bitcoin, siempre que estas estrategias sean neutrales en el presupuesto y no impongan costos adicionales a los contribuyentes estadounidenses.
Junto con el SBR, la orden establece el Stockpile de Activos Digitales de EE. UU., que consistirá en otros activos digitales, como Ether, XRP, Solana y Cardano, también adquiridos a través de procedimientos de decomiso. El gobierno no planea adquirir activos adicionales para este stockpile más allá de los obtenidos a través de dichos procedimientos.
Este cambio de política refleja un movimiento más amplio del gobierno de EE. UU. para involucrarse con los activos digitales de manera estratégica, con el objetivo de mejorar la resistencia económica y mantener una ventaja competitiva en el cambiante panorama financiero global.
Una reserva estratégica es un acopio de mercancías o recursos esenciales mantenido por gobiernos u organizaciones para mitigar el impacto de interrupciones imprevistas, emergencias o escaseces estratégicas. Estas reservas sirven como un amortiguador para garantizar la continuidad en sectores críticos durante crisis como desastres naturales, conflictos geopolíticos o convulsiones económicas.
Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) – Estados Unidos
Establecida en 1975 en respuesta al embargo de petróleo de 1973-1974, la Reserva Estratégica de Petróleo de EE. UU. (SPR) es el mayor stock de petróleo crudo de emergencia del mundo. Gestionada por el Departamento de Energía, consiste en instalaciones de almacenamiento subterráneas a lo largo de la Costa del Golfo en Texas y Luisiana, con una capacidad de hasta 714 millones de barriles. La SPR está diseñada para proporcionar una salvaguarda contra interrupciones significativas en el suministro de petróleo.
Históricamente, el oro ha sido mantenido por los bancos centrales como un activo de reserva estratégica. Sirve como un refugio contra la inflación y la devaluación de la moneda. Estados Unidos, por ejemplo, mantiene reservas de oro sustanciales, reflejando su papel en la política monetaria y como un depósito de valor.
Más allá del petróleo y el oro, los países mantienen reservas de diversas materias primas para garantizar la estabilidad en diferentes sectores:
Minerales Críticos: Esenciales para las industrias de tecnología y defensa; algunas naciones están estableciendo reservas para reducir la dependencia de fuentes extranjeras.
El concepto de reservas estratégicas continúa evolucionando, adaptándose a los desafíos contemporáneos. Los gobiernos ahora están considerando reservas para activos digitales y tecnologías críticas para mejorar la resiliencia económica y la seguridad nacional. Estas reservas se integran en estrategias más amplias para gestionar los riesgos asociados con la globalización, la dependencia tecnológica y las tensiones geopolíticas.
El 6 de marzo de 2025, el presidente Donald J. Trump firmó la Orden Ejecutiva 14233, estableciendo oficialmente la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) y el Acopio de Activos Digitales de los Estados Unidos. Esta iniciativa tiene como objetivo centralizar y gestionar las tenencias de activos digitales del gobierno federal, particularmente Bitcoin, adquiridos a través de procedimientos de decomiso de activos criminales y civiles.
La razón detrás del SBR es aprovechar la oferta fija de Bitcoin y su naturaleza descentralizada, posicionándolo como un activo estratégico similar al oro. La orden ejecutiva enfatiza que la escasez y seguridad de Bitcoin lo convierten en un almacén de valor único en el sistema financiero global.
La Reserva Estratégica de Bitcoin se capitalizará con activos de Bitcoin que son:
Estos activos deben ser mantenidos como activos de reserva de los Estados Unidos y no deben ser vendidos. Se encarga al Secretario del Tesoro establecer una oficina para administrar y mantener el control de las cuentas de custodia conocidas colectivamente como la Reserva Estratégica de Bitcoin.
Además, la orden ejecutiva instruye a los Secretarios del Tesoro y del Comercio a desarrollar estrategias para adquirir más Bitcoin, siempre que estas estrategias sean neutrales en el presupuesto y no impongan costos adicionales a los contribuyentes estadounidenses.
Junto con el SBR, la orden ejecutiva establece el Inventario de Activos Digitales de Estados Unidos, que consistirá en otros activos digitales, como Ether, XRP, Solana y Cardano, también adquiridos a través de procesos de decomiso. El gobierno no planea adquirir activos adicionales para este inventario más allá de los obtenidos a través de dichos procesos.
La Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) está compuesta exclusivamente por activos de Bitcoin (BTC) que han sido incautados por el gobierno de EE. UU. a través de procedimientos de confiscación de activos criminales y civiles. Estos activos se consolidan de varias agencias federales en una reserva centralizada administrada por el Departamento del Tesoro. A partir de marzo de 2025, el gobierno de EE. UU. posee aproximadamente 200,000 BTC, valorados en más de $17 mil millones, lo que lo convierte en uno de los mayores tenedores estatales de Bitcoin a nivel mundial.
El Departamento del Tesoro es responsable de establecer una oficina para administrar y mantener el control de las cuentas de custodia conocidas colectivamente como la Reserva Estratégica de Bitcoin. Esta oficina asegura el almacenamiento y la gestión seguros de los activos de Bitcoin, manteniéndolos como activos de reserva de los Estados Unidos.
Cada agencia federal está obligada a revisar su autoridad para transferir cualquier Bitcoin en poder del gobierno al SBR y proporcionar una contabilidad completa de dichos activos al Secretario del Tesoro. Este proceso tiene como objetivo centralizar la gestión de los activos de Bitcoin y garantizar una supervisión adecuada.
La orden ejecutiva autoriza a los Secretarios del Tesoro y del Comercio a desarrollar estrategias para adquirir Bitcoin adicional, siempre que estas estrategias sean neutrales en términos presupuestarios y no impongan costos adicionales a los contribuyentes estadounidenses. Este enfoque enfatiza la intención del gobierno de expandir sus tenencias de Bitcoin sin cargar a los contribuyentes.
Los activos de Bitcoin depositados en el SBR no deben ser vendidos y deben mantenerse como activos de reserva de los Estados Unidos. Sin embargo, el Secretario del Tesoro puede autorizar la venta o disposición de estos activos bajo circunstancias específicas, como devolver activos a víctimas identificables de delitos o satisfacer requisitos legales.
Dentro de los 60 días posteriores a la emisión de la orden ejecutiva, el Secretario del Tesoro debe entregar una evaluación de las consideraciones legales y de inversión para establecer y gestionar el SBR. Esta evaluación incluye recomendaciones para cualquier legislación necesaria para operacionalizar la reserva y garantizar su adecuada gestión.
El establecimiento de la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) de EE. UU. sirve a múltiples objetivos estratégicos destinados a mejorar la estabilidad económica de la nación, el liderazgo tecnológico y la influencia geopolítica.
La oferta fija de 21 millones de monedas de Bitcoin lo posiciona como una posible cobertura contra la inflación y la devaluación de la moneda. Al incorporar Bitcoin en las reservas nacionales, EE. UU. busca diversificar sus activos, lo que podría mitigar los riesgos asociados con las fluctuaciones de la moneda fiduciaria. Este enfoque podría fortalecer la posición del dólar estadounidense al demostrar un compromiso con la diversificación de activos y la responsabilidad fiscal.
La iniciativa SBR subraya el reconocimiento del gobierno de EE. UU. del creciente papel de los activos digitales en el sistema financiero global. Al gestionar e integrar activamente las criptomonedas en su estrategia de reserva, EE. UU. se posiciona como un líder en innovación financiera, lo que potencialmente atraerá inversión y fomentará avances en la tecnología blockchain.
Establecer una reserva estratégica de Bitcoin puede mejorar la influencia de EE. UU. en la diplomacia financiera internacional. A medida que otras naciones exploran monedas digitales y tecnologías blockchain, la postura proactiva de EE. UU. podría establecer estándares e influir en las políticas globales, reforzando su liderazgo en la economía digital en evolución.
Mientras que la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) de EE. UU. tiene como objetivo posicionar a la nación a la vanguardia de la adopción de activos digitales, se han planteado varias críticas y preocupaciones respecto a su implementación y posibles implicaciones.
La volatilidad inherente del precio de Bitcoin es una preocupación principal. Históricamente, Bitcoin ha experimentado oscilaciones de precio significativas, con caídas que superan el 50% en períodos cortos. Tales fluctuaciones plantean interrogantes sobre su idoneidad como un activo de reserva estable. Los críticos argumentan que depender de un activo altamente volátil podría exponer la reserva nacional a riesgos financieros sustanciales, lo que podría socavar su propósito previsto de estabilidad económica.
El establecimiento de la SBR también ha llevado a un escrutinio sobre la transparencia y los posibles conflictos de interés. La participación personal del presidente Trump en el espacio de las criptomonedas, incluida la creación de su propia moneda meme y las inversiones de su familia en emprendimientos cripto, ha planteado preguntas éticas. Los críticos expresan su preocupación de que los intereses financieros personales puedan influir en las decisiones políticas, priorizando potencialmente las ganancias individuales sobre los intereses nacionales.
Integrar criptomonedas en las reservas nacionales introduce desafíos regulatorios complejos. La naturaleza descentralizada y seudónima de los activos digitales complica la supervisión y la aplicación. Sin marcos regulatorios estrictos, existe el riesgo de que la SBR pueda volverse susceptible al uso indebido, incluyendo el lavado de dinero o la manipulación del mercado. Establecer directrices legales claras y mecanismos de cumplimiento sólidos es esencial para mitigar estos riesgos.
La acumulación por parte del gobierno de importantes tenencias de Bitcoin podría influir en la dinámica del mercado. Las adquisiciones a gran escala pueden reducir la liquidez del mercado y potencialmente llevar a distorsiones de precios. Además, la centralización de las tenencias de Bitcoin por una sola entidad, incluso un gobierno, contradice la ética descentralizada de las criptomonedas y puede generar preocupaciones sobre la manipulación del mercado o la influencia indebida.
Más allá de Bitcoin, el Stockpile de Activos Digitales de EE. UU. incluye otras criptomonedas como Ethereum, XRP, Solana y Cardano. Los críticos argumentan que la incorporación de estos activos, que a menudo están asociados con empresas o proyectos específicos, podría verse como una preferencia del gobierno hacia ciertas entidades comerciales. Esta selección puede distorsionar inadvertidamente el mercado y plantear preguntas sobre los criterios utilizados para la inclusión en la reserva.
El SBR ha desencadenado un debate global:
El establecimiento de la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) de EE. UU. en marzo de 2025 marca un cambio significativo en la estrategia financiera nacional, integrando activos digitales en las reservas del país. Al consolidar los activos de Bitcoin adquiridos a través de decomisos legales y mantenerlos como reservas a largo plazo, Estados Unidos se posiciona a la vanguardia de la adopción de activos digitales.
Esta iniciativa refleja un reconocimiento más amplio del potencial de Bitcoin como un refugio contra la inflación y una herramienta para la diversificación económica. Los defensores argumentan que el SBR podría mejorar la estabilidad financiera y reducir la deuda nacional con el tiempo. Por ejemplo, la firma de gestión de activos VanEck proyecta que el establecimiento de una reserva estratégica de Bitcoin por parte de EE. UU. podría reducir la deuda nacional en hasta un 35% para 2049.
Sin embargo, el SBR también introduce desafíos, incluidos los problemas relacionados con la volatilidad del precio de Bitcoin, las complejidades regulatorias y las consideraciones éticas relacionadas con la intervención gubernamental en los mercados de criptomonedas. Los críticos advierten que la naturaleza especulativa de los activos digitales podría representar riesgos para la estabilidad y efectividad de la reserva.
A nivel internacional, el movimiento de EE. UU. ha provocado diversas respuestas. Mientras que algunos países, como El Salvador y Bután, han adoptado Bitcoin en sus reservas nacionales, otros, como Suiza y la Unión Europea, se mantienen cautelosos debido a preocupaciones sobre la volatilidad y la estabilidad financiera.
El 6 de marzo de 2025, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva estableciendo la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) y el Acopio de Activos Digitales de EE. UU. Esta iniciativa marca la primera integración formal de Bitcoin en las reservas financieras nacionales de los Estados Unidos. La SBR está diseñada para consolidar los activos de Bitcoin incautados a través de procedimientos de decomiso de activos criminales y civiles, posicionándolos como tenencias estratégicas a largo plazo.
La orden ejecutiva estipula que los activos de Bitcoin depositados en el SBR no deben ser vendidos y deben ser mantenidos como activos de reserva de los Estados Unidos. Además, los Secretarios del Tesoro y de Comercio están autorizados a desarrollar estrategias para adquirir más Bitcoin, siempre que estas estrategias sean neutrales en el presupuesto y no impongan costos adicionales a los contribuyentes estadounidenses.
Junto con el SBR, la orden establece el Stockpile de Activos Digitales de EE. UU., que consistirá en otros activos digitales, como Ether, XRP, Solana y Cardano, también adquiridos a través de procedimientos de decomiso. El gobierno no planea adquirir activos adicionales para este stockpile más allá de los obtenidos a través de dichos procedimientos.
Este cambio de política refleja un movimiento más amplio del gobierno de EE. UU. para involucrarse con los activos digitales de manera estratégica, con el objetivo de mejorar la resistencia económica y mantener una ventaja competitiva en el cambiante panorama financiero global.
Una reserva estratégica es un acopio de mercancías o recursos esenciales mantenido por gobiernos u organizaciones para mitigar el impacto de interrupciones imprevistas, emergencias o escaseces estratégicas. Estas reservas sirven como un amortiguador para garantizar la continuidad en sectores críticos durante crisis como desastres naturales, conflictos geopolíticos o convulsiones económicas.
Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) – Estados Unidos
Establecida en 1975 en respuesta al embargo de petróleo de 1973-1974, la Reserva Estratégica de Petróleo de EE. UU. (SPR) es el mayor stock de petróleo crudo de emergencia del mundo. Gestionada por el Departamento de Energía, consiste en instalaciones de almacenamiento subterráneas a lo largo de la Costa del Golfo en Texas y Luisiana, con una capacidad de hasta 714 millones de barriles. La SPR está diseñada para proporcionar una salvaguarda contra interrupciones significativas en el suministro de petróleo.
Históricamente, el oro ha sido mantenido por los bancos centrales como un activo de reserva estratégica. Sirve como un refugio contra la inflación y la devaluación de la moneda. Estados Unidos, por ejemplo, mantiene reservas de oro sustanciales, reflejando su papel en la política monetaria y como un depósito de valor.
Más allá del petróleo y el oro, los países mantienen reservas de diversas materias primas para garantizar la estabilidad en diferentes sectores:
Minerales Críticos: Esenciales para las industrias de tecnología y defensa; algunas naciones están estableciendo reservas para reducir la dependencia de fuentes extranjeras.
El concepto de reservas estratégicas continúa evolucionando, adaptándose a los desafíos contemporáneos. Los gobiernos ahora están considerando reservas para activos digitales y tecnologías críticas para mejorar la resiliencia económica y la seguridad nacional. Estas reservas se integran en estrategias más amplias para gestionar los riesgos asociados con la globalización, la dependencia tecnológica y las tensiones geopolíticas.
El 6 de marzo de 2025, el presidente Donald J. Trump firmó la Orden Ejecutiva 14233, estableciendo oficialmente la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) y el Acopio de Activos Digitales de los Estados Unidos. Esta iniciativa tiene como objetivo centralizar y gestionar las tenencias de activos digitales del gobierno federal, particularmente Bitcoin, adquiridos a través de procedimientos de decomiso de activos criminales y civiles.
La razón detrás del SBR es aprovechar la oferta fija de Bitcoin y su naturaleza descentralizada, posicionándolo como un activo estratégico similar al oro. La orden ejecutiva enfatiza que la escasez y seguridad de Bitcoin lo convierten en un almacén de valor único en el sistema financiero global.
La Reserva Estratégica de Bitcoin se capitalizará con activos de Bitcoin que son:
Estos activos deben ser mantenidos como activos de reserva de los Estados Unidos y no deben ser vendidos. Se encarga al Secretario del Tesoro establecer una oficina para administrar y mantener el control de las cuentas de custodia conocidas colectivamente como la Reserva Estratégica de Bitcoin.
Además, la orden ejecutiva instruye a los Secretarios del Tesoro y del Comercio a desarrollar estrategias para adquirir más Bitcoin, siempre que estas estrategias sean neutrales en el presupuesto y no impongan costos adicionales a los contribuyentes estadounidenses.
Junto con el SBR, la orden ejecutiva establece el Inventario de Activos Digitales de Estados Unidos, que consistirá en otros activos digitales, como Ether, XRP, Solana y Cardano, también adquiridos a través de procesos de decomiso. El gobierno no planea adquirir activos adicionales para este inventario más allá de los obtenidos a través de dichos procesos.
La Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) está compuesta exclusivamente por activos de Bitcoin (BTC) que han sido incautados por el gobierno de EE. UU. a través de procedimientos de confiscación de activos criminales y civiles. Estos activos se consolidan de varias agencias federales en una reserva centralizada administrada por el Departamento del Tesoro. A partir de marzo de 2025, el gobierno de EE. UU. posee aproximadamente 200,000 BTC, valorados en más de $17 mil millones, lo que lo convierte en uno de los mayores tenedores estatales de Bitcoin a nivel mundial.
El Departamento del Tesoro es responsable de establecer una oficina para administrar y mantener el control de las cuentas de custodia conocidas colectivamente como la Reserva Estratégica de Bitcoin. Esta oficina asegura el almacenamiento y la gestión seguros de los activos de Bitcoin, manteniéndolos como activos de reserva de los Estados Unidos.
Cada agencia federal está obligada a revisar su autoridad para transferir cualquier Bitcoin en poder del gobierno al SBR y proporcionar una contabilidad completa de dichos activos al Secretario del Tesoro. Este proceso tiene como objetivo centralizar la gestión de los activos de Bitcoin y garantizar una supervisión adecuada.
La orden ejecutiva autoriza a los Secretarios del Tesoro y del Comercio a desarrollar estrategias para adquirir Bitcoin adicional, siempre que estas estrategias sean neutrales en términos presupuestarios y no impongan costos adicionales a los contribuyentes estadounidenses. Este enfoque enfatiza la intención del gobierno de expandir sus tenencias de Bitcoin sin cargar a los contribuyentes.
Los activos de Bitcoin depositados en el SBR no deben ser vendidos y deben mantenerse como activos de reserva de los Estados Unidos. Sin embargo, el Secretario del Tesoro puede autorizar la venta o disposición de estos activos bajo circunstancias específicas, como devolver activos a víctimas identificables de delitos o satisfacer requisitos legales.
Dentro de los 60 días posteriores a la emisión de la orden ejecutiva, el Secretario del Tesoro debe entregar una evaluación de las consideraciones legales y de inversión para establecer y gestionar el SBR. Esta evaluación incluye recomendaciones para cualquier legislación necesaria para operacionalizar la reserva y garantizar su adecuada gestión.
El establecimiento de la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) de EE. UU. sirve a múltiples objetivos estratégicos destinados a mejorar la estabilidad económica de la nación, el liderazgo tecnológico y la influencia geopolítica.
La oferta fija de 21 millones de monedas de Bitcoin lo posiciona como una posible cobertura contra la inflación y la devaluación de la moneda. Al incorporar Bitcoin en las reservas nacionales, EE. UU. busca diversificar sus activos, lo que podría mitigar los riesgos asociados con las fluctuaciones de la moneda fiduciaria. Este enfoque podría fortalecer la posición del dólar estadounidense al demostrar un compromiso con la diversificación de activos y la responsabilidad fiscal.
La iniciativa SBR subraya el reconocimiento del gobierno de EE. UU. del creciente papel de los activos digitales en el sistema financiero global. Al gestionar e integrar activamente las criptomonedas en su estrategia de reserva, EE. UU. se posiciona como un líder en innovación financiera, lo que potencialmente atraerá inversión y fomentará avances en la tecnología blockchain.
Establecer una reserva estratégica de Bitcoin puede mejorar la influencia de EE. UU. en la diplomacia financiera internacional. A medida que otras naciones exploran monedas digitales y tecnologías blockchain, la postura proactiva de EE. UU. podría establecer estándares e influir en las políticas globales, reforzando su liderazgo en la economía digital en evolución.
Mientras que la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) de EE. UU. tiene como objetivo posicionar a la nación a la vanguardia de la adopción de activos digitales, se han planteado varias críticas y preocupaciones respecto a su implementación y posibles implicaciones.
La volatilidad inherente del precio de Bitcoin es una preocupación principal. Históricamente, Bitcoin ha experimentado oscilaciones de precio significativas, con caídas que superan el 50% en períodos cortos. Tales fluctuaciones plantean interrogantes sobre su idoneidad como un activo de reserva estable. Los críticos argumentan que depender de un activo altamente volátil podría exponer la reserva nacional a riesgos financieros sustanciales, lo que podría socavar su propósito previsto de estabilidad económica.
El establecimiento de la SBR también ha llevado a un escrutinio sobre la transparencia y los posibles conflictos de interés. La participación personal del presidente Trump en el espacio de las criptomonedas, incluida la creación de su propia moneda meme y las inversiones de su familia en emprendimientos cripto, ha planteado preguntas éticas. Los críticos expresan su preocupación de que los intereses financieros personales puedan influir en las decisiones políticas, priorizando potencialmente las ganancias individuales sobre los intereses nacionales.
Integrar criptomonedas en las reservas nacionales introduce desafíos regulatorios complejos. La naturaleza descentralizada y seudónima de los activos digitales complica la supervisión y la aplicación. Sin marcos regulatorios estrictos, existe el riesgo de que la SBR pueda volverse susceptible al uso indebido, incluyendo el lavado de dinero o la manipulación del mercado. Establecer directrices legales claras y mecanismos de cumplimiento sólidos es esencial para mitigar estos riesgos.
La acumulación por parte del gobierno de importantes tenencias de Bitcoin podría influir en la dinámica del mercado. Las adquisiciones a gran escala pueden reducir la liquidez del mercado y potencialmente llevar a distorsiones de precios. Además, la centralización de las tenencias de Bitcoin por una sola entidad, incluso un gobierno, contradice la ética descentralizada de las criptomonedas y puede generar preocupaciones sobre la manipulación del mercado o la influencia indebida.
Más allá de Bitcoin, el Stockpile de Activos Digitales de EE. UU. incluye otras criptomonedas como Ethereum, XRP, Solana y Cardano. Los críticos argumentan que la incorporación de estos activos, que a menudo están asociados con empresas o proyectos específicos, podría verse como una preferencia del gobierno hacia ciertas entidades comerciales. Esta selección puede distorsionar inadvertidamente el mercado y plantear preguntas sobre los criterios utilizados para la inclusión en la reserva.
El SBR ha desencadenado un debate global:
El establecimiento de la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) de EE. UU. en marzo de 2025 marca un cambio significativo en la estrategia financiera nacional, integrando activos digitales en las reservas del país. Al consolidar los activos de Bitcoin adquiridos a través de decomisos legales y mantenerlos como reservas a largo plazo, Estados Unidos se posiciona a la vanguardia de la adopción de activos digitales.
Esta iniciativa refleja un reconocimiento más amplio del potencial de Bitcoin como un refugio contra la inflación y una herramienta para la diversificación económica. Los defensores argumentan que el SBR podría mejorar la estabilidad financiera y reducir la deuda nacional con el tiempo. Por ejemplo, la firma de gestión de activos VanEck proyecta que el establecimiento de una reserva estratégica de Bitcoin por parte de EE. UU. podría reducir la deuda nacional en hasta un 35% para 2049.
Sin embargo, el SBR también introduce desafíos, incluidos los problemas relacionados con la volatilidad del precio de Bitcoin, las complejidades regulatorias y las consideraciones éticas relacionadas con la intervención gubernamental en los mercados de criptomonedas. Los críticos advierten que la naturaleza especulativa de los activos digitales podría representar riesgos para la estabilidad y efectividad de la reserva.
A nivel internacional, el movimiento de EE. UU. ha provocado diversas respuestas. Mientras que algunos países, como El Salvador y Bután, han adoptado Bitcoin en sus reservas nacionales, otros, como Suiza y la Unión Europea, se mantienen cautelosos debido a preocupaciones sobre la volatilidad y la estabilidad financiera.